jueves, 15 de febrero de 2018

El hilo de la historia y la transmisión generacional de la violencia política.

La historia está viva, qué duda cabe. Y la interpretación del pasado es un acto político de cabo a rabo. Es decir, no creo que haya en la vida un acto más político que contar el pasado. Esto lo digo yo hoy en Jerez a 15 de febrero de 2018, cuando en el centro de mi ciudad han aparecido unas extrañas pintadas -muy agresivas- contra las ideas, las propuestas y los partidos y sindicatos de izquierda:


Yo no comparto las opiniones (tan cercanas a la felicidad hueca que le interesa propagar al Sistema) de Steven Pinker porque este olvida el hecho, de profunda raíz histórica, de la creciente capacidad destructiva de las armas nucleares. No creo que Steven Pinker sepa tampoco valorar correctamente el acontecimiento de los totalitarismos del siglo XX y su expresión más perversa: los campos de concentración nazi y la carnicería organizada por Franco y sus generales en 1936-1939. No obstante,  a pesar de lo que estoy diciendo, sus reflexiones ayudan a pensar sobre temas muy importantes como nuestra visión del pasado y la justificación ideológica de los fundamentos políticos y económicos del presente:


Pienso en ese nuevo objeto de estudio científico que es la "transmisión generacional de la violencia política" (http://www.icariaeditorial.com/pdf_libros/Desenterrar%20las%20palabras.pdf) y cómo aquí en España, debido a que las heridas de la guerra civil no se han cerrado, no se habla de ello: http://www.eldiario.es/sociedad/transmision-generacional-violencia-politica-Espana_0_274373476.html