martes, 20 de junio de 2017

¿Quiénes son los que no permiten que termine ya la guerra civil?.


La guerra civil no ha terminado porque no se han recogido todos los cadáveres del campo de batalla. Todavía miles y miles de ellos yacen en las cunetas de la cruenta retaguardia que el fascismo organizó en buena parte de España, anunciando de algún modo lo ocurrido pocos años después en Mathausen, Dachau, Treblinka... El PP no es que tenga mucho interés –al brutal arrinconamiento de la ley de memoria histórica del 2003 me refiero– en el asunto, y el PSOE tipo Susana Díaz recela como gato panza arriba del movimiento memorialista que le recuerda continuamente lo mucho, demasiado, que queda por hacer al respecto.

Es decir, algunos como Rafael Hernando se dedican a decir brutalidades sobre la memoria histórica y otros, como el PSOE, tratan de monopolizar e institucionalizar la cuestión, dulcificándola y descafeinándola sin pudor, para que este asunto no se convierta nunca en motor de una III república, o de cambios constitucionales, o de un debate de identidad profundo que genere (como, por otros motivos, ya se ha generado en Cataluña) un clima de refundación social más allá de la manida Transición. El PP trata de desactivarla a las bravas y el PSOE a la chita callando; el caso es desposeer a la memoria histórica de su capacidad de refundar esta democracia acudiendo a sus orígenes, a saber, el pensamiento libertario, el comunismo, el obrerismo, el socialismo, el feminismo, el afán de instrucción pública, el cooperativismo, la reforma agraria, etc., y en los que la II República hundió sus históricas y esperanzadas raíces.

La gran revuelta social que fue y sigue siendo el 15M, más el movimiento anticorrupción y de protesta por el paro y los recortes, más la oposición catalana, más la galopante crisis institucional… son razones que hacen al PP y al PSOE o intentar sepultar o intentar desactivar la memoria histórica de su sentido político de largo alcance. Porque la memoria histórica sigue siendo un peligro político en este país de pandereta. Y lo sigue siendo porque durante estos 40 años de después de la muerte de Franco, ha sido acallada sin piedad, es decir, ha habido una corrupción política esencial, identitaria, sistemática, que ha consistido en criminalizar como antidemócratas y guerracivilistas a quienes han querido no solamente recordar y recuperar los huesos de miles y miles de fusilados por Franco, sino también recordar que el verdadero origen de esta democracia no son la Ley de Amnistía y los Pactos de la Moncloa, sino aquellos que yacen en las cunetas por defender los ideales democráticos.

Más claramente dicho: la última voluntad de Franco no podía ser puesta en entredicho por nadie. Y así ha sido. Su mausoleo en el Valle de los Caídos ha dado, finalmente, el tono a una Transición y postransición poco o nada agradecidas con quienes, de verdad, sí defendieron la democracia y las libertades con sus vidas. Pero la memoria histórica sigue siendo una verdad muy viva; ha resistido no solamente los 40 años de Franco, sino también los cuarenta de pacata Transición.

Y ahora, a estas alturas, habla la nueva ley de memoria democrática de Andalucía -ciertamente más avanzada que la estatal- de la “demanda de la ciudadanía andaluza de verdad, justicia y reparación, sobre los hechos derivados del golpe de estado militar, la Guerra Civil y la Dictadura franquista”. Me pregunto quiénes son los que no permiten, ni han permitido durante estos cuarenta últimos años, que termine la guerra civil.

Aquí en Andalucía el primer 14 de junio (Día Andaluz de la Memoria Histórica, aprobado en la reciente ley de memoria histórica de Andalucía) ha pasado sin pena ni gloria. El grupo “Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía” (RMHSA de CGT-A) señala críticamente y con razón: “La fecha 14 de Junio tiene como origen que ese día, de 2003, se realizó el primer intento de exhumación pública de una fosa común del franquismo en Andalucía, concretamente en la localidad granadina de Lecrín y por iniciativa de esta entidad, tras pedirnos Agustín Góngora del Torviscón (Granada) colaboración para buscar los restos de su hermano fusilado por los golpistas del 18 de Julio durante un encuentro celebrado en Motril varios meses antes, algo que lamentablemente, no se consiguió, después de remover mucha tierra, al tener conocimiento que dichos restos se encontraban bajo la autovía de Granada a Motril con la autorización del Ayuntamiento. Agustín falleció, años después, sin poder tocar los huesos de su hermano. La importancia de este hecho radica, fundamentalmente, en que fue la primera vez que este tipo de actuación se realizaba públicamente, y como mejor “notario” del hecho las cámaras de Tv, en este caso del programa Los Reporteros de Canal Sur TV, imágenes que se emitieron el 19 septiembre del 2003. Curiosamente ni los proponentes de la Ley (gobierno y grupos parlamentarios), ni la propia Ley, hacen mención en ningún momento a este hecho que justifica la elección de dicha fecha”.

En Jerez, el caso ha sido aún peor, porque la Plataforma por la República organizó una mesa redonda en el centro social Blas Infante (bajo el título “Los guernicas de la guerra civil, terror y barbarie“) a la que sí fue bastante público pero ni un medio de comunicación, y porque la Plataforma por la Memoria Democrática de Jerez lanzó esta nota de prensa que tampoco fue recogida por ningún medio de comunicación:

Con motivo del Día de recuerdo y homenaje a las víctimas del golpe militar y la dictadura (14 de junio) que establece el artículo 17.1 de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, la Plataforma por la Memoria Democrática de Jerez hace público:

1º.-Que acudiremos a los tribunales si no se cumple el acuerdo de pleno de 30/07/2015 por el cual se han de derogar varios honores y distinciones que se hicieron a prebostes del franquismo en Jerez.

2º.-Que por nuestra parte seguimos trabajando en la Asesoría de Apoyo a las Víctimas del Franquismo en Jerez, en colaboración con la Asociación de Víctimas del Franquismo, si bien estamos esperando -tras muchos retrasos injustificados por parte del PSOE de Jerez- que se aperture ya la Oficina Municipal de Memoria Democrática.

3º.-Que también seguimos esperando respuesta con respecto a la solicitud formal que le hemos hecho a la alcaldesa de que se quiten determinados símbolos franquistas de la vía pública, como generales golpistas al pie de la estatua del general Primo de Rivera en Plaza Arenal, o rótulos de calles con nombres franquistas en Bda. España, o emblemas franquistas en centros educativos como Escuela de Arte y Colegio Isabel la Católica.

4º.-Que invitamos a la ciudadanía a participar en la mesa redonda que en este día 14 de junio ha organizado la “Plataforma por la República” bajo el título “Los guernicas de la guerra civil. Terror y barbarie” (19,00h. en Centro Cívico Blas Infante).

5º.-Que esperamos que el Ayuntamiento de Jerez cumpla con su palabra -dada en julio del año pasado- de colocar en el Ayuntamiento una placa homenaje a los concejales, trabajadores municipales y alcalde asesinados en julio de 1936.


y 6º.-Que rechazamos frontalmente la petición del Partido Popular de homenajear, desde la institución municipal, al recientemente fallecido Sixto de la Calle Jiménez, dado sus posiciones políticas radicalmente antidemocráticas desde su participación en la guerra civil hasta la fecha de su fallecimiento. Si el actual equipo de gobierno diera su visto bueno a semejante homenaje acudiríamos inmediatamente a los tribunales por vulneración flagrante de la Ley de Memoria Democrática de Andalucía”.

Carreras de motos en Jerez en los años 60.


En los años del desarrollismo se celebraba en Jerez, en septiembre, una carrera de motociclismo bajo el título Nuestra Señora de la Merced, concretamente "Gran Premio Internacional Nuestra Señora de la Merced", la cual se celebraba -probablemente no todas las convocatorias- en el circuito, de un poco más de dos kilómetros, de la Constancia.

Pruebas: 1º) 125 c.c. dedicada a la promoción de nuevos valores del motociclismo, 2º) una de 50 c.c. "en la que participará Barry Smith, tercer clasificado en la tabla mundial de esta especialidad" (dice el adjunto recorte de prensa de ABC de 24 sept. 1968), y 3º) 250 c.c.

Los premios serían: 1º) un catavino del Ayuntamiento y 10.000 pesetas para el vencedor absoluto ("el que consiga mayor promedio de todas las carreras"), y 2º) el trofeo Valdepino (que en 1968 iba ya por la cuarta convocatoria) que iba a concederse "al corredor que gane tres veces seguidas, o cuatro alternas, la prueba de 125 c.c. internacional".

Véase al respecto el interesante blog de Jaime Barrigá:
http://jaimebarriga.blogspot.com.es/2014/02/carreras-de-motos-en-circuitos-urbanos.html

http://jaimebarriga.blogspot.com.es/2015/05/apuntes-historicos-del-motorismo-en.html
(ABC, 29-09-1968)




domingo, 18 de junio de 2017

Bonita biografía de la jerezana en Cuba Margarita Doblado Jarquín

Esta historia me la ha enviado por email (con permiso para su reproducción en este blog de historia de Jerez) el sr. Dr. Aurelio Francos Lauredo (Investigador, Junta Directiva, www.fundacionfernandoortiz.org), a quien agradezco el gesto por cuanto la historia dela jerezana en Cuba Dª Margarita Doblado Jarquín es digna de conocerse por sus paisanos y paisanas de Jerez.

Me he permitido, para llamar más la atención del lector, subrayar algunas cosas en azul.

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¿Mi nombre completo? Margarita Doblado Jarquín y otras hierbas que ni los burros comen. Por fecha de nacimiento en Jerez de la Frontera tengo diciembre de 1904, mis padres me decían que el día 13, y en la fe de bautismo se lee el 18, como es tan poca diferencia puede usted tomar la que más le guste.

Nuestra familia era pobre pero trabajadora. A lo largo de la vida he comprobado algo que mi madre nos enseñó desde pequeños: existen muchas clases de personas, pero lo principal no es la cantidad de dinero o riqueza que uno tenga, sino la honradez que se ponga en el trabajo para tratar de mejorar cada cual con su propio esfuerzo, con su propia voluntad.

Ese era nuestro caso. Los tres hermanos siempre vimos que en casa no entraba nada pedido a nadie, ni siquiera en préstamo. Mi hermana y yo ayudábamos a mamá, mientras mi padre hacía funciones de un maestroescuela, es decir, se ocupaba de enseñar en un aula de pueblo, donde tenían en plantilla a un maestro que cobraba, firmaba y todo, sin aparecerse nunca por allí.

Papá no tenía título ni salario, pero sí un gran amor por enseñar, una especie de vocación innata por formar lo mejor posible a aquellos muchachos, tal como hizo durante años.

Eran tiempos bien malos, él se ganaba la vida trabajando en el giro de colchonería y toldos, aunque luego todo fue a peor para nosotros, cuando se enfermó, usted sabe que entonces no existía seguridad social ni nada de eso que hay ahora.

En cuanto tuve edad, me busqué un trabajo, nada más y nada menos que en la librería de la Estación de Ferrocarriles de Jerez. En aquella época no era común que una señorita trabajara fuera de casa, peor en un lugar como aquel. Yo le puse mucho empeño y no hice caso a ningún comentario, de eso nada, incluyendo a las beatas que le ponían los oídos asííí de grande a los padres. Allí vendía libros, revistas y cigarrillos, aunque la ganancia era muy poca cosa.

Pero antes que pasara mucho tiempo se me presentó la posibilidad de acarrear algún dinero, siendo acompañante de la Duquesa de Abrantes y sus hijos en un viaje a Canarias. No lo pensé dos veces, con los deseos que yo tenía de ver mundo, y la verdad es que me fue muy bien con ellos.

Figúrate que eso me valió luego para irme de acompañante de viajes de un matrimonio muy rico. Se llamaban Álvaro González Gordon -hijo de un marqués de Jerez de la Frontera-, y María Teresa Velasco Sarrá, conocida por Nena, nieta del dueño de las mayores farmacias de Cuba por entonces: Doguerías Sarrá. Con ellos llegué a La Habana en el año 1935, viviendo desde el primer día en su casa, casi un palacio, donde hace mucho tiempo está la Embajada de España. Aunque los señores se marcharon de Cuba a principios de los años sesenta, yo seguí viviendo allí casi hasta que murió mi esposo en 1990. Donde mismo fue portero, chofer, mayordomo, por eso siempre digo que él era un todo, y a la vez podía parecer que era un nada, quizás como yo también.

Ellos viajaban muchísimo y yo les acompañaba lo mismo a Francia, a Inglaterra, que a Estados Unidos. Eso fue hasta que nació mi hijo, José Manuel, a tres años de haberme casado con un buen gallego llamado Serafín Sánchez Quintera. En la propia capilla de aquella residencia Nena y su esposo nos bautizaron al niño, en 1940.

A España yo volví una sola vez, en medio de la guerra, acompañando al matrimonio cuando fueron a ver al marqués en Jerez, pero nunca más, pues desde que parí dejé de viajar con ellos, como habitualmente hacía antes. Cosas de la vida, ahora es mi hijo quien ha ido a vivir a España, con idea de llevar a su esposa, Rita Caridad, y su hija Ileana. Su hijo varón, que también se llama José Manuel, es con quien vivo en este apartamento, casi en el mismo lugar donde llevo más de medio siglo, al doblar la esquina de la Embajada de España.

Con él, su esposa Rafaela y la hija de ella, Rakelita, converso muchas cosas de España, donde sólo me queda un cuñado desde que mi hermana murió en Cádiz… mi otro hermano vive en Estados Unidos. Por cierto que a Rakelita le he enseñado a tocar las castañuelas como si fuera una españolita, pone muy bien las manos, con tanto ánimo que convenció a la madre para entrar en la escuela de bailes del Centro Andaluz de La Habana, donde matriculó con cinco años!

Me cuentan que Andalucía ha cambiado y mejorado mucho en todo este tiempo, yo tendría que verlo con mis propios ojos. Mientras, me conformo con algo tan alegre y tan triste como es recordar. No se crea, yo he aprendido a viajar con el pensamiento, sí, el pensamiento también viaja, y lo hace muy bien.

Quién sabe cuántas veces me siento en medio de aquel ambiente de Jerez de la Frontera, con sus cantaores y bailes, guitarras y flamencos, que hacían las celebraciones tan coloridas, donde lo mejor de todo es nuestra comida típica: desde el ajo caliente a ese gazpacho fresquecito, terminando con una copita de vino o brandy de Jerez… ¿lo ha probado usted? Ya me dirá, que ahora llevo mucho tiempo sin tomarlo, ni olerlo, pero hay cosas que son para toda la vida, y aún más, como nuestro espíritu gaditano, andalusí!

También de Andalucía recuerdo mucho nuestra casa, que era en bajos, con otra vivienda en los altos, pero cada cosa muy bien dispuesta por mi madre para que pareciera lo mejor del mundo, sin exagerar. El primer patio ella lo convirtió en un jardín lleno de macetas y flores, donde disfrutábamos la sombra al mediodía, afuera hacíamos nuestras fiestas y papá se ponía a tocar el acordeón.

Como ve, aquí vivo frente a la entrada de la bahía habanera y el faro del Morro, de ahí el nombre de esta calle, donde usted tiene su casa.

Pero no todo es pasado, hace cinco años que asisto al círculo de abuelos Nueva Vida, también muy cerca de aquí, donde estoy buena parte del día en compañía de personas queridas. Lo mismo vamos de excursión, que cosemos, conversamos. El otro día fuimos hasta la playa de Boca Ciega, que está cerca y tiene buena arena.

Nosotros somos socios de las dos casas de Andalucía en Cuba: la Beneficencia y el Centro Andaluz, donde mañana mismo tenemos junta de asociados. Desde hace tiempo me dicen que soy la andaluza con más edad en La Habana, no sé, ni me interesa tanto el dato.

Ya ha oído buena parte de mi historia, y eso que a mí no me gusta la historia humana en general, cada vez que la leo y la conozco más, compruebo que está llena de guerras y miserias entre los propios hombres, con sólo algunos momentos de paz y felicidad verdaderas. ¿No cree usted?

Así sucede con la vida de la mayoría de las personas: mucho esfuerzo y dolor, frente a pocas satisfacciones. Dicen que la vida es un tango, será porque es una música tristona, aunque se baile con entrega. Quizás por eso los andaluces somos tan jaraneros, para alegrar las penas, al menos por fuera, que por dentro somos bien serios.

Por aquí tengo un escrito que nos regaló el señor Antonio Fernández, un malagueño que conocimos junto a su hija, Blanquita, en el Centro Andaluz de La Habana, del que él fue fundador además de haber sido presidente de la Beneficencia. Un buen hombre y muy buena familia. Pues en esas páginas se habla del padre de la patria andaluza, sí señor, Blas Infante, y cómo da a conocer al mundo su ideal andaluz.

Esas dos casas representan bien alto en este país nuestros atributos, que yo respeto mucho, se lo digo de corazón: la bandera, el himno y el escudo de Andalucía.

Bueno, ahora voy a almorzar unas verduras, que me gustan mucho y hoy tengo acelga, mi preferida. Déjeme ver si con tanta conversación no se me habrá quemado la parte que puse a hervir. Los sábados cocino yo misma pues no voy al Círculo de Abuelos, y mi nieto sale con Rafaela y Rakelita.

De eso nada, no tengo ningún secreto para vivir casi un siglo con buenas facultades -como todo el mundo, un día tendré que irme “al patio de los calladitos”-, salvo poner en todo mucha voluntad, eso sí.

Cuando el resto falle, ponga usted su mejor voluntad, entonces a ver quién puede más.

La Habana Vieja, agosto 2000

sábado, 17 de junio de 2017

Shakespeare y Jerez.


"Si mil hijos tuviera, el primer principio humano que les enseñaría sería abjurar de toda bebida insípida y dedicarse por entero al Jerez" (William Shakespeare)



En estas palabras de Shakespeare, perdón, de Falstaff, a continuación, hay un bastante de machismo y de ardor bélico, pero el jerez queda bien parado en la medida en que se le dibuja como un estimulante útil para la inteligencia... "volviéndola aguda, despierta, inventiva, y llenándola de imágenes vivas, ardientes, deleitosas, que, llevadas a la voz, a la lengua (que les da vida), se vuelven felices ocurrencias".

Bueno, bueno, los que bebemos vino de Jerez y nos gusta sabemos que hay una medida más allá de la cual el jerez solo produce tonterías y desvaríos sin medida. Pero bienvenidas sean esas palabras de Shakespeare a favor de los excepcionales vinos que fabricamos aquí:

(periódico Ayer, 22-05-1959: el alcalde de Jerez Tomás García Figueras, a la izquierda, y el alcalde de Londres, a la derecha, ante el monumento a Shakespeare en Jerez)




«FALSTAFF

Ojalá tengáis ingenio para hacerlo; valdría más que vuestro ducado. A fe que este mozo impasible no me aprecia, ni hay quien le haga reír. No es de extrañar: no bebe vino. Estos jóvenes tan sobrios no llegan nunca a nada, pues se enfrían tanto la sangre con bebida floja y comen tanto pescado que pillan una especie de clorosis masculina y, cuando se casan, sólo engendran mozas. Suelen ser necios y miedosos, como algunos lo seríamos si no fuera por los estimulantes. Un buen jerez produce un doble efecto: se te sube a la cabeza y te seca todos los humores estúpidos, torpes y espesos que la ocupan, volviéndola aguda, despierta, inventiva, y llenándola de imágenes vivas, ardientes, deleitosas, que, llevadas a la voz, a la lengua (que les da vida), se vuelven felices ocurrencias. La segunda propiedad de un buen jerez es que calienta la sangre, la cual, antes fría e inmóvil, dejaba los hígados blancos y pálidos, señal de apocamiento y cobardía. Pero el jerez la calienta y la hace correr de las entrañas a las extremidades. Ilumina la cara, que, como un faro, llama a las armas al resto de este pequeño reino que es el hombre, y entonces los súbditos viles y los pequeños fluidos interiores pasan revista ante su capitán, el corazón, que reforzado y entonado con su séquito, emprende cualquier hazaña. Y esta valentía viene del jerez, pues la destreza con las armas no es nada sin el jerez (que es lo que la acciona), y la teoría, tan sólo un montón de oro guardado por el diablo, hasta que el jerez la pone en práctica y en uso. 



De ahí que el príncipe Enrique sea tan valiente, pues la sangre fría que por naturaleza heredó de su padre, cual tierra yerma, árida y estéril, la ha abonado, arado y cultivado con tesón admirable bebiendo tanto y tan buen jerez fecundador que se ha vuelto ardiente y valeroso. Si yo tuviera mil hijos, el primer principio humano que les enseñaría sería el de abjurar de las bebidas flojas y entregarse al jerez.» (Shakespeare, Enrique IV, 2ª parte)


viernes, 9 de junio de 2017

El falangista Tomás García Figueras, alcalde de Jerez, intelectual y tecnócrata







Un artículo del comandante golpista Arturo Paz Varela sobre la radio (Jerez, 1932)


El jerezano Arturo Paz Varela, que llegó a los grados de comandante y coronel durante la guerra civil y formó un conocido y temido batallón de milicias, escribió en abril de 1932 este breve artículo sobre la radio como nueva invención tecnológica que iba a revolucionar la vida social en la época, según él mismo:





jueves, 8 de junio de 2017

Los actos del Día Internacional de los Archivos en Jerez 2017.

Hoy viernes 09/06/2017, Día Internacional de los Archivos, jornada de puertas abiertas en el Archivo Municipal de Jerez y exposición, entre 10,00h. y 13,00h., de documentos históricos.

Continúan los actos del Día Internacional de los Archivos en Jerez. Ayer jueves se celebró en el Alcázar la conferencia del historiador Javier E. Jiménez López de Eguileta: "Documentos y notarios de Jerez en el siglo XIV":









miércoles, 7 de junio de 2017

Hoy jueves dia 8 de junio presentamos el nº 2 de "La Alcubilla".


   Hoy jueves día 8 de junio, dentro del ciclo del Día Internacional de los Archivos, presentamos el nº 2 del Boletín Digital de Historia de Jerez "La Alcubilla"

   Y a continuación tendrá lugar la ponencia del historiador Javier E. Jiménez López de Eguileta: "Documentos y notarios de Jerez en el siglo XIV"

   El acto tendrá lugar a las 20,00h. en el Alcázar de Jerez, salón Salvador Díez. Entrada libre.


Los archivos son una puerta abierta a la transparencia y la democracia.

                                                                                               (Cristóbal Orellana González, archivero)

Los archivos siempre han padecido cierto desdén de los particulares y de las administraciones públicas. Durante mucho tiempo han estado ninguneados sin piedad. Aunque últimamente disfrutan de una más saludable vida debido a que en Andalucía y resto de comunidades existen leyes específicas sobre archivos y documentos. En nuestra comunidad tenemos la Ley 7/2011, de 3 noviembre, de Documentos, Archivos y Patrimonio Documental de Andalucía. También contamos con un reglamento de archivos, el decreto 97/2000, de 6 de marzo, por el que se aprueba el Sistema Andaluz de Archivos y se desarrolla la Ley 3/1984, de 9 de enero, de Archivos. Pero a pesar de esta importante legislación los archivos siguen postergados en muchos sitios.

Releyendo las actas capitulares del Archivo Municipal de Jerez me he encontrado esta curiosa, y de algún modo emotiva, cita de 19 de diciembre de 1931 (punto 27 de la sesión de pleno de aquella fecha): “En escrito que fue leído del sr. Archivero Municipal se solicita la ampliación del local del Archivo, la confección de vitrinas para custodiar los documentos y pergaminos de valor histórico que existen en dicha dependencia, instalación en la misma de un aparato telefónico y la adquisición de un aparato para limpieza del polvio de la misma. Apoyan la petición los sres. Ruiz Carriedo y Blázquez, acordando el Excmo. Ayuntamiento, a propuesta del sr. Germá, que pase a la comisión de Archivo y Biblioteca. Maifiesta el sr. Taboada que el aparato de limpieza y las vitrinas son indispensables”. Los concejales republicanos Germá Alsina y Taboada prestaban atención al Archivo Municipal que en aquella fecha dirigía el singular Adolfo Rodríguez Rivero.

La actual ley de transparencia de Andalucía no olvida, como es lógico, referirse a la importante cuestión del acceso ciudadano a los archivos públicos: “Mención especial merece la relación de la transparencia con el derecho a una buena administración reconocido en el artículo 31, que comprende el derecho de todos ante las administraciones públicas, cuya actuación será proporcionada a sus fines, a participar plenamente en las decisiones que les afecten, obteniendo de ellas una información veraz… así como a acceder a los archivos y registros de las instituciones, corporaciones, órganos y organismos públicos de Andalucía, cualquiera que sea su soporte…”.

Y hablando del acceso a los archivos, en la actualidad, en el plano estatal, ha tomado especial relevancia un debate, el de los famosos 10.000 documentos clasificados por el Mº de Defensa (http://cadenaser.com/ser/2017/06/04/politica/1496583706_452972.html) que aún la ciudadanía no puede consultar sin que se sepa muy bien por qué. Y es que aún rige, en materia de secretos oficiales, una ley de 1968, es decir, salida del corazón del régimen franquista, a saber, la Ley 9/1968, de 5 de abril, modificada por la ley 48/78, de octubre.

Cuando los gobernantes impiden a la ciudadanía acceder a documentos históricos claves para comprender nuestro pasado reciente, cuando nuestros gobernantes se amparan en subterfugios del franquismo -como la ley de secretos oficiales de 1968- para que no se sepa, por ejemplo, lo que ocurrió entre EEUU y España durante la dictadura... Entonces, seamos claros, es que vivimos en una falsa democracia. Prohibir el conocimiento histórico a la ciudadanía es peor que la corrupción, porque a esta se la puede combatir con campañas de concienciación y con penas de prisión, pero la temible y duradera censura franquista cabalgando de generación en generación se ve que va a necesitar algo más que leyes de transparencia para acabar con ella. Secretos eternos, archivos invisibles, democracia de baja calidad, feas costumbres.

Termino este artículo citando una conocida frase de William Faulkner: “el pasado nunca está muerto; ni siquiera está pasado”. Porque de algún modo el pasado, y los que vamos siendo mayorcitos entendemos muy bien lo que esto significa, es una clase de presente. Razón por la cual los archivos forman parte de nuestra vida, de nuestra democracia, de nuestras posibilidades de solucionar, quizás, los graves problemas que esta crisis multidimensional nos ha traído.

Conferencia de Miguel Barrones en el Día de los Archivos (Jerez, junio 2017)


Ayer martes tuvo lugar en el Ateneo de Jerez la conferencia del profesor e historiador Miguel Barrones sobre la documentación agraria jerezana en el Archivo y Mediateca del Ministerio de Agricultura. Miguel desgranó con minuciosidad y ejemplos claros la gran cantidad, y calidad, de documentos de audio, mapas, escritos, etc., que posee el Centro Documental Agrario del MAPA.



Miguel Ángel Barrones mostró, por citar un caso concreto, una lámina de un registro de la propiedad agraria de Jerez sobre el año 1933, recalcando la enorme importancia que este tipo de censos tiene para la historia de la agricultura de nuestro término, así como para otros fines historiográficos que se sirven de ese tipo de documentación para la obtención de datos económicos, sociales, etc.