miércoles, 30 de marzo de 2016

Un breve reportaje sobre el Archivo Municipal de Jerez (marzo 2016).


8 curiosidades y 10 joyas del archivo municipal que debes conocer

Conocemos algunos de los secretos y documentos más importantes que alberga la histórica institución de la mano de su encargado, Cristóbal Orellana.

27-03-2016 / 09:00 h.

Siglos de historia, mil y una historias. Hablar de lo que contiene el archivo municipal daría para 20 reportajes. O más. En el enjuto despacho de su responsable técnico, Cristóbal Orellana, comenzamos a hacernos una idea de lo que aquí vamos a encontrar. “En el momento en que nace la ciudad, nace el archivo”, nos dice, y lo explica. Cuando Alfonso X El Sabio reconquista Jerez, todos aquellos que lucharon por la ciudad recibieron una parcela de terreno, y eso quedó reflejado en documentos que todavía perviven. Ese fue el comienzo del archivo, que tradicionalmente siempre ha estado en el mismo edificio del Ayuntamiento hasta que en 1986 se traslada a su actual ubicación en la plaza del Banco. Eso sí, Orellana se empeña en destacar que la colección de la Biblioteca es totalmente diferente a la del archivo, a pesar de que uno y otro comparten las mismas dependencias. En esta ocasión queremos destacar un puñado de curiosidades y diez joyas que merecen la pena dar a conocer.


Curiosidades

1. Un archivo, varias sedes

El archivo municipal de Jerez es tan amplio que el edificio de la plaza del Banco no puede albergar todos los documentos. Así, el Ayuntamiento lo ha dividido en varias dependencias, siendo uno de los más importantes el que se ubica en los bajos de la estación de autobuses, que guarda importante documentación bodeguera. Ahora el Ayuntamiento ha anunciado que pretende trasladar parte de esta colección a las antiguas oficinas de Díez Mérito, antigua sede de Relaciones Laborales.


2. Una documentación imposible de cuantificar


El archivo alberga un número de documentos imposible de cuantificar, si bien estos se engloban en legajos. En el momento de la elaboración de este reportaje el equipo del archivo había cuantificado 5.543 pero, como decimos, cada uno de estos aglutina diferentes unidades documentales que pueden ser libros, cartas o documentos sueltos. Y a eso hay que sumarle los legajos que todavía no están numerados…

3. El siglo XX también existe en el archivo

Hablar del archivo municipal hace pensar a cualquiera con documentos con siglos de historia. Y efectivamente es así. Los más antiguos son privilegios en pergaminos de los siglos XIII y XIV, si bien no son más de 25 ó 30. De ahí en adelante hay muchísimos más documentos y, como se empeña en decir Cristóbal Orellana, el siglo XX también existe, con algunos de gran valor que dan a entender cómo fue el pasado siglo, sobre todo sus primeros y complicados años. Más adelante veremos algún ejemplo. Siga leyendo.


4. Un archivo municipal atípico…

Archivo municipal. El nombre ya lo dice y daría a entender que todo lo que aquí se encuentra tendría que tener relación con el Ayuntamiento. Pero en ese sentido, como nos explica Orellana, el de Jerez es atípico puesto que alberga documentación que no sólo pertenece al Consistorio. Como señalábamos antes, en las dependencias de la estación de autobuses hay de temática bodeguera, mientras que en las de la plaza del Banco hay actas notariales desde el siglo XVI a la actualidad, archivos de coleccionistas privados o papeles de quintas, esto es, toda la documentación relativa a los reclutamientos y remplazos del servicio militar en Jerez.

5. … y vivo

Los papeles no sólo sirven para documentarse y conocer nuestro pasado, también para seguir construyendo el presente y futuro. Entre esa documentación municipal hay licencias de obras y de aperturas de negocios desde 1960 hasta 1982 que se siguen usando en la actualidad ya que los técnicos municipales las reclaman cada vez que se va a tramitar un expediente que ya está instruido.

6. Un archivo con aspecto de búnker

A simple vista, el archivo tiene aspecto de búnker y hasta cierto punto lo es. No hay más que recordar que el edificio albergó en su día el Banco de España y fue en su semisótano donde se guardaba el papel moneda, por lo que era la zona más protegida. De hecho, tras una de las muchas estanterías del complejo se divisa la puerta blindada de la principal caja fuerte del antiguo banco.




7. Las medidas de seguridad

Controlar la humedad se antoja fundamental para que los documentos no se pierdan. Decíamos que esta parte del complejo se concibió para albergar los billetes, por lo que se diseñó de manera que la humedad y la temperatura fueran constantes. Actualmente se mantiene al 75 por ciento, ligeramente superior a los 60 que serían recomendables, pero como explica Cristóbal Orellana, esto no es tan importante como que se produjeran oscilaciones bruscas, lo cual no es el caso. De otro lado existen detectores de humo y cada dos años se hacen siete inspecciones para luchar contra la polilla, el principal enemigo del papel.

8. La edad de los documentos

¿Qué antigüedad tiene que tener un documento para llegar al archivo? Como señala Orellana, hay diferentes edades. Una es la administrativa -cinco años-, otra la intermedia -hasta los 15 ó 20- y luego está la histórica, a partir de los 20 años. Por ejemplo, un acta de un pleno de 2016 no llegará hasta aquí hasta pasados 25 años, ya que estos se seguirán usando en el futuro. Y otra curiosidad. Éstos son los únicos documentos que no son susceptibles de ser digitalizados.

Las joyas

1. Actas capitulares del Ayuntamiento (1409-1430)

Las actas capitulares eran documentos municipales en los que se discutía temas de vivienda, comercio, producción agrícola y ganadera, cuestiones políticas, hacendísticas y de guerra. Estas actas en concreto abarcan desde 1409 a 1430 –nada menos que 60 años antes de que Colón descubriera América- y se reflejan los nombres de los regidores, jurados y temas que trataban. Llama la atención el papel, que a pesar de ser convencional se encuentra en bastante buen estado, así como la tinta, de gran calidad puesto que el texto es aún perfectamente legible. Al trasluz se divisan líneas verticales, denominadas corondeles, y marcas de agua.



2. Reglamento sobre la vendimia (1483)

Uno de los documentos más curiosos del archivo y una verdadera biblia sobre el jerez. Fechado en 1483, forma parte de las actas capitulares y se trata de una reglamentación municipal sobre cómo había que hacer la vendimia en Jerez. Se habla, por ejemplo, sobre cómo había que solear la uva, o cómo había que hacer las botas y qué medidas y capacidad tenían que tener. Rescatamos una curiosa cita: “Que ninguna persona sea osada de echar agua en el lagar ni en las botas que se han de cargar”.


3. Pleito entre Jerez y el duque de Arcos sobre los términos municipales (1712)

En la antigüedad eran muy comunes los pleitos por asuntos de territorialidad, hasta el punto que se consideraba casus belli (motivo de guerra) que por ejemplo se cambiara de sitio un mojón que delimitaba una frontera o unos terrenos, lo que hacía que se movilizara a la llamada milicia concejil para buscar y darle su merecido a los causantes de tal afrenta. En este caso nos encontramos con un documento de 1712 que trata un pleito entre la ciudad de Jerez y el duque de Arcos sobre los términos de ambos municipios. Lo curioso es que el documento incluye un mapa que parece hecho desde lo alto de una montaña de la sierra en la que se divisan diferentes localidades, cuevas como las de Las Motillas y el río Majaceite. El documento viene con el sello real –el timbre de la época- y el escudo del rey.

4. Obra en el puente de Cartuja (1778).

Otro curioso documento. Un expediente de una obra de remodelación en el puente de Cartuja que incluye un plano, bastante aparatoso con la “planta, cortes y alzado y del molino y venta”. La escala es de 200 pies castellanos (el pie castellano mide 0,27 metros) y como se aprecia el dibujo y el trazado del puente es muy preciso. Según reza, el arquitecto titular de la obra fue Manuel de Godoy.

5. Libro de sentencia de términos (1434)

Como decíamos en el documento 3, los pleitos por asuntos de territorialidad eran comunes. En este caso hablamos de un libro de sentencia de términos, fechado en 1434, en la que el juez Alfonso Núñez verifica una presunta irregularidad en una mojonera en unas tierras.

6. Reclamación de viviendas dignas en San José del Valle (1947)

Como señalaba Cristóbal Orellana, el siglo XX también existe en el archivo. En este caso nos encontramos con un expediente fechado en 1947 que si bien no tiene demasiado carácter histórico tiene mucho de interés por el hecho de comprobar cómo se vivía en la antigua pedanía de San José del Valle, hoy ya municipio independiente de Jerez, por aquella época. Como vemos por fotografías adjuntas al documento, sus habitantes vivían en humildes chozas y es por ello que solicitan al Ayuntamiento, y en concreto al gobernador civil, que dictara medidas para la construcción de viviendas dignas.


7. Bando de guerra del comandante Salvador de Arizón (1936)

Más del siglo XX, en este caso un curioso a la par que inquietante documento. Nada menos que el bando de guerra que el comandante Salvador de Arizón publicó en Jerez el 19 de julio de 1936, un día después del alzamiento. En el mismo se advierte a la población de que las cosas ya han cambiado, por lo que se decreta un listado de cosas que había que cumplir a rajatabla si no se querían tener problemas. Entre estos puntos destacamos los que dicen que “todos los buenos patriotas deberán pasar por esta comandancia para recibir órdenes sobre el mantenimiento del orden”; la obligación de los propietarios de armas a entregarlas a la Guardia Civil o el cierre de los bares a partir de las 9 de la noche.

8. Acta capitular relativas a provisiones para Colón

Cristóbal Colón realizó cuatro viajes a las Indias, partiendo desde Cádiz en sus últimas travesías. En este acta, escrita y firmada por el escribano de Cabildo, se ordena a determinados vecinos de Jerez que provean con 804 fanegas de trigo al almirante Colón para su viaje.

9. Ratificación del repartimiento de Alfonso X (1326)

Firmado y fechado en Burgos un 21 de abril de 1326, nos encontramos con uno de los documentos más importantes del archivo y también uno de los más llamativos. Se trata de un privilegio original en el que Alfonso XI ratifica el repartimiento que hizo su abuelo Alfonso X tras la reconquista de Jerez. El texto del manuscrito comienza con el crismón, una especie de alegoría en el que se refleja el alfa y omega, el principio y fin de los tiempos. El documento viene con unos cordones de colores, que aún no se han ratificado que sean de aquella época, y un escudo con vivos colores, los cuales tampoco se sabe si fueron retocados posteriormente.

10. Libro del repartimiento (1338)

La joya de la corona del archivo, en palabras del propio Cristóbal Orellana, en el que se refleja el repartimiento de posesiones que Alfonso X concedió a los jerezanos que participaron en la reconquista de la ciudad. Hay que señalar, no obstante, que este antiquísimo documento no es el original, sino una copia del que se escribió en 1268. Su encuadernación tampoco es la primigenia, sino una imitación de 1964 realizada por la restauradora y especialista en encuadernación antigua Josefína Ruiz de Lassaleta. Orellana señala que además de este repartimiento urbano tuvo que haber otro sobre el Jerez rural, desgraciadamente perdido en el siglo XVI.


Cristóbal Orellana con el Libro del Repartimiento            Foto: Juan Carlos Toro, @carletetoro