jueves, 30 de julio de 2015

Hoy la memoria democrática volvió a Jerez, a pesar del PP.

Hoy se produjo en el pleno municipal una votación en la que el resultado ha sido que, por mayoría, se retire el busto homenaje al falangista y franquista José María Pemán del vestíbulo del Teatro Villamarta de Jerez, el cual fue colocado allí el pasado 6 de diciembre -Día de la Constitución-, por el Partido Popular.

La noticia saltó a los medios locales inmediatamente:



Y además de la retirada del busto "se ha abierto un expediente para estudiar la retirada de honores a una serie de personas –incluida en la propuesta- entre las que se encuentran el general José López Pinto Berizo (Hijo Adoptivo de Jerez), el comandante Arturo Paz Varela (medalla de Plata de Jerez) o Manuel Fraga (Alcalde Honorario de Jerez desde 1970)". 

La noticia es magnífica. Y sin embargo, personalmente, me queda la preocupación de comprobar, por enésima vez, la escasa cultura política democrática del Partido Popular, la cual no me sorprende, pero me preocupa profundamente. Si se diera el caso de que ganaran las elecciones por mayoría en unas próximas elecciones, no tardarían nada los populares en intentar volver a recolocar ese busto en un lugar destacado de la ciudad.

Se me ocurre, aparte de los términos preocupación profunda que ya he señalado, mencionar otra palabra para describir lo que, está claro, anida en las raíces de la ideología que sustenta al Partido Popular: ALUCINACIÓN. Quiero decir: la nostalgia por el pasado franquista es dinamita para esta sociedad democrática y signo claro de que algunos políticos del PP viven completamente fuera del siglo XXI, anclados al tradicionalismo más absurdo.

Hay que celebrar lo ocurrido en Jerez, es decir, que se cumpla la Ley de Memoria Histórica. Pero también hay que tomarse en serio la memoria democrática, es decir, la necesidad de activar programas políticos, pedagógicos, culturales, etc., que activen una conciencia ciudadana sólida y contraria a la nostalgia del franquismo y la dictadura. Es muy importante no desentenderse de este asunto... aunque los medios de comunicación acribillen a Ada Colau por cosas parecidas, o al alcalde de Cádiz por lo mismo.

Los medios de comunicación quieren un debate de bajo nivel, escandaloso y vendible, un debate superficial donde la bronca y la tensión social que al respecto pudiera generarse contra IU y Podemos eviten que la gente se haga consciente de verdad de lo que ha significado políticamente en este país el SILENCIO de la Transición.

La izquierda debe seguir trabajando por la conciencia y memoria histórica de este país. Si no lo hacemos, los partidos ultraconservadores se recrecerán ante nuestros ojos.